Debido al eco mediático que se ha hecho respecto al último ensayo nuclear de Corea del Norte en su propio territorio, y a la desatinada orientación que está tomando recientemente parte de la opinión pública influenciada principalmente por los medios de desinformación oficiales respecto al conflicto de esta con los Estados Unidos de América, me siento en la obligación moral de aparcar los temas éticos y filosóficos respecto a la consideración moral de los animales no humanos con tal de aportar algo de objetividad al asunto.
Al fin y al cabo, tal y como se indica en la entradilla del blog, este es un espacio de reflexión y pensamiento crítico, en el que cualquier tema que merezca importancia por sus dimensiones y posibles consecuencias sociales tiene cabida. Y como no, el posible desenlace nefasto del conflicto Norcoreano no merece precisamente poca consideración.
Así que aquí dejo para aquel lector que lo desee, la que a mi parecer es una breve e imparcial evaluación y reflexión sobre este enrevasado asunto.
Sí, Corea del Norte es un estado autoritario, tirano, represivo y además, a diferencia del Irak que destrozó Estados Unidos (EUA) a orden de su ex-presidente George Bush bajo la farsa de que este disponía de «armas de destrucción masiva» este sí que dispone de ellas.
Pues no hay que ser muy lúcido para entender que lo último que se debería hacer es tratar de atrincherar al monstruo, ya que cuando así se hace es cuando más peligroso puede volverse. Y aún menos apoyar esta “estrategía”, cuando el que trata de atrincherarlo a toda costa, es nada menos que otro monstruo mucho más grande y ambicioso, solo que como lleva puesto el disfraz de democrático y progresista muchos se lo creen, pero en realidad con intereses en esa península muy distintos de los que pregona.(8)